Invertir en bienes raíces en Estados Unidos implica cumplir con ciertos pasos clave y decisiones fiscales que influirán en el éxito de tu inversión. Uno de los aspectos más importantes es el manejo de los impuestos en bienes raíces, y para ello es crucial entender cómo estructurar correctamente tu empresa.

El segundo paso en la creación de una empresa, como una LLC, es establecer un acuerdo operativo. Este documento indica quiénes son los dueños de la empresa y los porcentajes de participación de cada uno. Por ejemplo, si tú y otra persona crean una LLC, el acuerdo operativo detallará que ambos tienen un 50% de la empresa, aunque esto no aparecerá en los registros públicos. Este documento no solo es importante para la distribución de responsabilidades, sino también para el manejo fiscal de la empresa.

El tercer paso es definir cómo tratar la empresa a efectos fiscales. En el mundo de los bienes raíces, puedes optar por tratar la LLC como una sociedad (partnership), una Corporación C, o una Corporación S. Sin embargo, en muchos casos, se recomienda mantenerla como una partnership inicialmente, especialmente si la empresa aún no ha generado ingresos. Esta elección es crucial porque afecta directamente cómo se presentarán los impuestos.

Mantener la empresa como una partnership en los primeros años, mientras se desarrollan las actividades inmobiliarias, puede ser una opción más sencilla desde el punto de vista fiscal. Una vez que la empresa comience a generar ingresos, será necesario revisar cómo tratar fiscalmente las ganancias, y posiblemente optar por otro tipo de estructura según las necesidades y objetivos del negocio.